Angelina brilla como madrina y activista en Cannes. 


Cannes, 19 de mayo de 2025. Ya es tradición que Chopard cada año elija a una estrella mundial para otorgar el Trofeo que creó en el 2001 con la intención de promover a los nuevos talentos histriónicos. Este año la elegida para fungir como madrina y entregar el galardón fue Angelina Jolie, quién dejó claro que para ella lo más importante es estar en eventos que puedan tener significado más allá del glamour. La entrega del Trofeo Chopard en Cannes fue la ocasión perfecta pues es una cita que reúne la dosis de estilo a la que la celebridad nos tiene acostumbrados, pero también, es un acto destinado a catapultar las carreras de los artistas más jóvenes. En este caso, de la actriz francesa Marie Colomb (As Bestas, Culte) y el actor inglés Finn Bennet (Warfare, True Detective, Black Doves). 

Al entregar el Trofeo que se ha convertido en un oráculo de buena suerte pues todos los que lo han recibido han consolidado sus trayectorias (Gael García Bernal, Marion Cotillard, Diane Kruger, Léa Seydoux, Florence Pugh, etc), Angelina aprovechó para no sólo animar a los homenajeados a seguir en el camino de la búsqueda y de la verdad en su actuación sino también para poner bajo la luz a quienes han perdido la vida recientemente por el arte en países en donde no hay libertad de expresión y mucho menos, seguridad. Por si fuera poco, la también productora hizo un guiño a la importancia del cine internacional en un momento político en su país muy delicado. 

“Buenas noches y muchas gracias por invitarme a estar aquí en esta velada”, dijo Angelina a Caroline Scheufele (Presidenta de Chopard) y a los directivos del Festival de Cannes (Iris Knobloch y Thierry Frémaux) para después continuar su discurso con un contundente, “amo el cine internacional. A través de él somos llevados a otras tierras, a momentos íntimos, incluso a los campos de batalla. Conectamos y empatizamos. Pienso en filmes como My Father Shadow (dirigida por Akinola Davies situada en la crisis electoral nigeriana de 1993) que se acaba de estrenar este año en Cannes -el primer filme nigeriano en competencia en el Certamen galo-. Cualquier cosa que se pueda hacer para hacer al cine internacional más accesible es necesario y bienvenido”, dijo Jolie en lo que por el tono en el que lo enfatizó se sintió como una reivindicación ante las amenazas de los aranceles de Trump a los filmes producidos fuera de Estados Unidos. “No somos ingenuos. Sabemos que muchos artistas carecen de la libertad y seguridad para contar sus historias”, continúo.

“Muchos incluso han perdido su vida. Como Fátima Hassouna -fotoperiodista palestina de 25 años- asesinada en Gaza, Shaden Gardood -cantante de 37 años- asesinada en Sudán y Victoria Amelina -escritora ucraniana-, así como otros extraordinarios artistas que deberían estar todavía con nosotros”, señaló. “A todos aquellos que están arriesgando sus vidas por compartir sus historias y experiencias les debemos nuestra gratitud. Porque ellos nos permiten aprender y evolucionar”, ahondó la estrella que también hizo alusión a la importancia de poner el foco en lo que realmente importa del cine. “porque lo que nos ha unido esta noche no son las alfombras rojas, aunque las amamos”, sonrió en complicidad con el Delegado del Festival de Cannes que estaba a su lado en el estrado, “lo que nos tiene aquí es querer conectar los unos con los otros a través del cine internacional y la oportunidad de estar con personas creativas”, añadió.

Después del sentido discurso que hizo que el sonido de la cubertería plateada con la que los asistentes al banquete diseñado por el chef dos estrellas Michelín, Bruno Oger, se detuviera, Jolie finalizó en tono esperanzador, “me siento muy honrada por poder estar con tantos artistas globales brillantes incluyendo nuestros laureados esta noche: Finn Bennet y Marie Colomb«. Al recibir el trofeo diseñado por Scheufele (un carrete de película de oro recubierto de plata sobre una base de cristal) de manos de su madrina de lujo, ambos histriones mostraron su emoción. Después pudieron seguir disfrutando de la cena que se realizó en su honor en una de las playas más exclusivas de La Croisette.

La del emblemático Hotel Carlton. El recinto se llenó de flores frescas de colores pastel y sillas doradas ocupadas por celebridades entre las que no faltaron Quentin Tarantino y todo el Jurado de esta 78a edición de Cannes en la que sobresalió una divertida Halle Berry que brindó con champán, Juliette Binoche que dejó la seriedad de la Presidencia por unas horas para disfrutar de la velada y de la propia Jolie quién conversó animada con Tarantino y su esposa Daniella Pick.