Alejandro González Iñárritu, presidente del jurado en Cannes, analiza las nuevas generaciones y el impacto de la información
Cannes.— Hoy se dará a conocer la nueva Palma de Oro del Festival de Cannes y la responsabilidad será de Alejandro González Iñárritu como presidente del jurado.
Además, esta misma semana recibió la distinción de Comandante de la Orden de las Artes y las Letras del gobierno francés, el más alto rango dentro de esta distinción, pues ya había sido condecorado como Oficial hace siete años.
“Me llena de orgullo. No sé qué he hecho para merecer esto porque en realidad es un regalo; también me lo cuestiono porque hay mucha gente talentosa que merece esto y más pero bueno, no hay que pelearse con la fortuna”, dijo el cineasta.
Iñárritu, por cierto, no tiene redes sociales y dio sus razones. “Tenemos una falsa impresión de que estamos evolucionando con la tecnología y no nos damos cuenta de que vamos hacia atrás. Cada tuit es un ladrillo ideológico entre cada uno de nosotros. Pensamos que estamos comunicándonos y es al revés, nos estamos encerrando con nuestro grupito y estamos haciendo tribus”.
Al analizar esta situación, expone la gravedad en el ámbito político: “Cada vez que estos gobernantes totalitarios hacen este tipo de tuits con declaraciones crean ladrillos y encierran a tribus. La gente cree que está súper bien informada porque lee tuits todo el día y no se da cuenta de que sólo lee encabezados y que no hay nada de profundidad”.
Para el director, en estos tiempos la tragedia está cubierta con entretenimiento. “El envoltorio está bien bonito, las noticias son entretenimiento, el presidente es es funny, es funky y las películas banales. Yo espero que venga una generación más inteligente porque mi generación me apena. Siempre viví en una crisis constante con mi padre diciendo que cada presidente era peor que el otro, que la corrupción”.
En ese sentido, tiene una idea clara de cómo podría virarse esta situación: “Pensé que mi generación iba a tomar consciencia pero estamos peor. Sobre todo los hombres, necesitamos que las mujeres empiecen a gobernar el mundo. Yo no conozco a nadie que no venga de una mujer y lo que pienso es que si ellas gobernaran el mundo entonces no estaríamos tan mal”.
La misión de Iñárritu. El director mexicano ganador del Oscar también habló sobre la perspectiva de lo que es su futuro.
“Yo creo que trascender como ser humano es la parte más importante para mí ahorita. La profesional está bien porque te abre algunas posibilidades pero creo que a mi edad lo que más me interesa es tener experiencias que me hagan trascender como persona.
“Siempre repito una frase que me dijo mi papá 20 mil veces y que tengo atorada en el sistema que es ‘del éxito tómate un buche, haz una gárgara y escúpelo’. Mi papá tiene una relación con el éxito bien interesante que es un tema que algún día abordaré. Pero siempre decía: ‘no te envenenes’. Entonces está padre celebrar el éxito pero hay que darle perspectiva”.
Para Alejandro, no pelearse con la fortuna ha sido un aprendizaje.
“Es mucho más difícil aceptar el éxito que el fracaso. He tenido momentos muy duros en mi vida y soy muy bueno recibiéndolos. Y muchas veces, cuando entras en ese círculo, te puedes llegar a sentir culpable de las cosas buenas que te pasan. He aprendido a no pelearme con la fortuna porque a veces nos convertimos en nuestros peores enemigos”.
El director entiende que esa actitud se relaciona con un sentimiento nacional. “Pienso que es algo que también se está rompiendo en México. Yo lo que veo mucho en los chavos de hoy es que han perdido ese vértigo, ese complejo de inferioridad con el que mi generación nació. Ahorita los chavos traen una onda de decir: ‘no soy menos que nadie y me merezco lo que trabajo’. Hay una generación con más confianza”.