Mia Hansen-Løve, directora de La isla Bergman, cuenta que el lugar, que cobijó filmes de Ingmar, sirvió a su elenco para explorar el arte y la vida
Cannes.— Como regalo de Reyes Magos, ya está en las salas de nuestro país La isla Bergman, dirigida por la parisina Mia Hansen-Løve y protagonizada por Vicky Krieps y Tim Roth.
Es una película en la que la isla favorita en donde se filmaron célebres filmes de Ingmar Bergman, el legendario cineasta sueco, es un personaje más y en la que hubo muchas anécdotas.
Una de las más importantes fue la de cómo, cuando al por fin estar listos para filmar, la protagonista femenina original, Greta Gerwig, le tuvo que cancelar a Hansen-Love por irse a filmar su nueva versión de Mujercitas, algo que puso a Mia en aprietos, según contó a EL UNIVERSAL en entrevista tras el paso del filme por el Festival de Cannes.
“Siempre es difícil tener que cambiar un elemento tan importante al último momento pero fue una bendición encontrar a Vicky, quien creo que le aporta el toque perfecto a la cinta”, aseguró.
Efectivamente, uno de los grandes aciertos de la historia es la química entre Roth y Krieps, la pareja de cineastas que se escapan a Faro Island para inspirarse y escribir sus proyectos ayudados por el fantasma de Bergman, cuya influencia aún se siente en todos los rincones de ese entorno pero en la que se enfrentarán a sus propios demonios.
Y es que crear es una tarea en ocasiones dolorosa, algo que sabe bien la artífice de esta obra.
“Es una autoexploración y a veces incluso es una forma de entenderse a uno mismo”.
En lo que todos los que forman parte de este filme coinciden es que una de las mejores partes de trabajar en un proyecto como éste fue precisamente la oportunidad de pasar tanto tiempo en esa enigmática y mágica isla.
“El entorno en sí mismo fue un regalo, una gran experiencia. Estar ahí aislados de todo, como si el tiempo se detuviera y en un lugar tan lleno de cine y de historia fue espectacular. La isla en sí misma es un relato. Filmar ahí ha sido un regalo”, aseguró Roth.
Krieps, por su parte, añadió: “Es un entorno privilegiado. Y también es súper interesante ver el legado de Bergman ahí y la cantidad de admiradores que tiene. Gente de todas las edades que llega de todas partes del mundo interesada por su obra. Es alucinante”, apuntó la actriz de Luxemburgo.
En La isla Bergman se explora la pregunta de dónde está la línea entre el arte y la vida, que posee personajes más humanos y llenos de carencias, que te sumergen en un entorno fascinante y hermoso en el ritmo apacible y a la vez intrigante que logra tejer su directora.