De Niro pide en Cannes que el mundo se una para luchar contra Trump y los oligarcas globales.

La estrella recibió de manos de Di Caprio la Palma de Oro honorífica del festival galo en su noche inaugural. En su discurso enfatizó la urgencia de defender la democracia que peligra no sólo en su país, sino en todos los que siguen su influencia.

Cannes, 13 de mayo de 2025. De Niro trajo a la Riviera francesa un soplo de integridad y resistencia. Su discurso al recibir la Palma de Oro honorífica en la Ceremonia de inauguración del Certamen galo se sintió como una reprimenda a la comunidad cinematográfica hollywoodense -y mundial- que ha permanecido tímida en sus respuestas a los embates de Trump. “Gracias Leo por estar aquí conmigo y por mí en un día tan especial”, le dijo la leyenda a Leonardo Di Caprio con los ojos húmedos de emoción. Fue precisamente el niño que De Niro descubrió hace casi cuatro décadas, quién esta noche le entregó el preciado trofeo. “Con sólo 15 años Robert me cambió la vida. Tras hacer el casting para la cinta La vida de este chico (1993) los productores le pidieron consejo a Bob pues no estaban muy seguros de qué hacer tras mi audición. Pero él me señaló a mí y les dijo, ‘elijan al segundo’”. No fue la primera vez que De Niro impulsó a Leo pues más adelante le recomendó a Martin Scorsese trabajar con él. “Bob no suele decir muchas cosas, pero cuando habla todos lo escuchamos. Ya sean reflexiones sobre la familia o los amigos. O de su compromiso con la democracia y apoyo al cine. Él siempre está ahí, presente», recordó Leonardo en el discurso que dio en su honor. “De Niro es EL actor”. remató. 

Cuando el galardonado por fin salió al escenario, los efusivos aplausos que cimbraron el Gran Teatro Lumière le humedecieron los ojos. Un gesto muy poco habitual -por no decir insólito- en el actor, director y productor octogenario que ha encarnado a héroes y mafiosos con la misma maestría. Después de reconocer a quienes lo han acompañado en su carrera y al festival, la estrella no dudó en alzar la voz en contra de Trump. “El presidente filisteo (hombre prosaico, atento solamente a los intereses materiales, cerrado a todo horizonte espiritual, satisfecho en su mediocridad, vulgar) de los Estados Unidos ha recortado las ayudas para el arte, los derechos humanos y la educación. Ahora quiere imponer un cien por ciento de aranceles para las películas producidas fuera de nuestro país. Pero la creatividad no tiene precio. Sus agresiones son inaceptables. Y este no sólo es un problema de Estados Unidos sino de todo el mundo y por eso pido que haya una reacción global. Y tiene que ser ya, ¡ahora! Sin violencia, pero con contundencia. Porque el arte es democrático. Une a las personas. Abraza la diversidad. Por ello es una amenaza. Somos un peligro para los oligarcas y fascistas de este mundo ytenemos que luchar”, terminó De Niro provocando una agitada ovación de pie. Poco después, apareció otro prodigio del cine, Quentin Tarantino. Entre gritos eufóricos declaró inaugurado el Certamen que arranca inmerso en múltiples crisis globales imposibles de ignorar como la guerra de Ucrania y la ofensiva en Gaza. 

Juliette Binoche, por su parte, durante la gala tuvo oportunidad de enmendar un poco el camino atropellado que inició hoy como Presidenta del Jurado tras ofrecer la primera rueda de prensa oficial. En ella estuvo rodeada del resto de los jueces de esta 78ª edición. A la cita acudieron todos: la actriz Halle Berry, la directora Payal Kapadia, la escritora y activista Leïla Slimani, el director Dieudo Hamadi, el cineasta Hong Sang-soo, el director mexicano Carlos Reygadas, el actor Jeremy Strong y la actriz italiana Alba Rohrwacher. 

En el tradicional encuentro vespertino con la prensa llamaron la atención las respuestas ambiguas que la actriz tuvo en temas esenciales. Uno de ellos, por supuesto, los aranceles de Trump, a lo que respondió con un enrevesado, no estoy segura de ser capaz de responder a esa pregunta, requiere un análisis de la industria del cine en el mundo. Desde el principio entendimos que el presidente Trump ha intentado defender a su país. Vemos que está luchando y que está tratando de salvar a América y… su trasero. La postura tibia de Binoche levantó muchas cejas pues tiene un doble peso ya que la actriz también funge como Presidenta de la Academia de Cine Europeo. Su intervención supo a poco en comparación con la de Robert De Niro que cerró su apoteósico discurso con un guiño a los pilares de la Revolución francesa, “estamos luchando con todo lo que tenemos por la democracia que los americanos dimos por hecho. Por la libertad, la igualdad y la fraternidad”. 

Gaza fue el otro tema que le costó capotear a la presidenta del jurado, pues al preguntarle su opinión acerca de esa crisis, respondió titubeante, “no puedo hablar del tema, ya verán por qué más adelante”. El misterio quedó desvelado cuando apareció horas después en la gala con un vestido y velo color rosa. Después, en el escenario de la gala, leyó de forma histriónica un texto dedicado a la fotoperiodista palestina asesinada, Fatma Hassouna, con el que le rindió tributo. 

El otro tema inminente fue Depardieu y la condena de 18 meses de prisión que hoy ha recibido en Francia por abusos sexuales. Binoche, que trabajó con él en Un sol interior (2017) dijo, “no es un monstruo, es un hombre que ha sido desacralizado. Tenemos que desacralizar a las estrellas de cine y reflexionar sobre el poder que entregamos a la gente y el poder que nos pueden arrebatar”, apuntó. Este tema la obligó a hablar del MeToo y de cómo, “el festival de Cannes está cada vez más en sintonía con lo que sucede en la actualidad”.  

El foco más cinéfilo de la conferencia lo puso el mexicano Carlos Reygadas cuando mencionó que, “lo que tenemos que buscar los creadores es tomar más riesgos, innovar siempre, reflexionar en lo que hacemos, en lo que representa el cine, el arte. Esto es lo que siempre me atraerá”. 

La parte menos seria la protagonizaron las nuevas reglas de etiqueta establecidas para la alfombra roja en la que se prohíben los vestidos de desnudo total y transparencias, así como los trajes demasiado voluminosos. Para Hale Berry, la prohibición de ir casi sin ropa está muy bien pero no la de evitar las largas colas pues, “tenía un increíble vestido para esta noche de Gupta que no podré llevar porque la cola es muy larga. Pero seguiré las reglas, por supuesto”. Y así fue, pues Hale apareció con un vestido a rayas que su equipo de estilismo tuvo que improvisar de último momento. 

Hale Berry Cannes 2025