El director británico narra la vida del astro utilizando grabaciones de su estancia en la ciudad que lo vio convertirse en “dios”
Al pensar en Maradona se me viene a la mente la imagen de una persona que acabó devorada por su personaje. En Cannes 2019, el director británico Asif Kapadia presentó el documental basado en su vida, Diego Maradona.
En él, Kapadia logró presentarnos los botones más sensibles de la estrella. Recuerdo bien cómo el futbolista trajo en vilo a la organización del festival de Cannes, pues hasta el último momento no se sabía si aparecería o no por la alfombra roja.
Al final no lo hizo. La explicación oficial fue que el futbolista estaba en México recuperándose de una operación del hombro que le impidió volar.
Lo que se comentaba en los pasillos es que Diego estuvo debatiéndose hasta el último momento si aparecer frente a los fotógrafos y ofrecerle en bandeja al mundo las imágenes de su deterioro sería una buena idea.
Después de ver el documental de Kapadia lo segundo suena más real.
En esta pieza el director narra la vida del futbolista argentino utilizando grabaciones inéditas de su estancia en Nápoles, la ciudad que lo vio convertirse en “dios” y descender a los infiernos de la droga hasta vincularlo con la Camorra italiana.
Al futbolista se le escuchan decir frases como “me importa más la gloria que la plata”, “cuando estoy en la cancha se va la vida, se van los problemas, se va todo”, “estaba muy solo, estaba muy arriba”. Pero algo muy importante del documental es lo que Diego no dice pero que se puede ver y son las situaciones que nos dan pistas de la personalidad del futbolista como por ejemplo que al lado de su cama tenía siempre a la Virgen de Guadalupe o el fastidio y desesperación que vino cuando, después de conseguir todos los triunfos posibles para su equipo napolitano, quería salir de Italia y ni el presidente del equipo, ni la mafia, lo dejaban irse, y cómo esta prisión de lujo en la que en ocasiones se convierte la fama le causó la depresión que fue el punto de inflexión en su vida.
Kapadia me contó que llegar a Maradona fue la última pieza de un rompecabezas que empezó a armarse cuando en 2012 al director se le acercó el productor independiente Paul Martin que antes era un periodista deportivo y le dijo que tenía una joya: las grabaciones caseras de la estancia de Maradona en Nápoles.
Se dice que fue el propio Diego quien contrató a las personas para que le hicieran estos videos y así crear un registro para protegerse en caso de que la mafia intentara secuestrarlo.
El resultado es un tesoro que muestra un lado nunca visto de Maradona y que nos ayuda a entender lo que vivió. El mayor documento de ese Diego que apenas conocimos antes de que Maradona lo devorara.