Texto publicado en El Universal.
Cannes, 25 de mayo de 2022. Más de una hora duró el desfile incesante de estrellas en la alfombra roja de Elvis, dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Austin Butler, Tom Hanks y Olivia DeJonge. A la premiere francesa acudieron no sólo la créme de la créme cinematográfica sino también de la música como Kylie Minogue, Ricky Martin y Shakira quienes se saludaron ya adentro de la Sala Lumiére en la que disfrutaron de la proyección sentados a sólo un par de butacas de distancia de Guillermo Del Toro y su mujer Kim Morgan. La cinta que se presentó en la Selección Oficial pero fuera de Competencia también contó con otros rostros conocidos amigos del director como Casey Afleck y Sharon Stone, por mencionar a algunos. Tampoco faltó Priscilla Presley, la ex mujer de Elvis, que ha apoyado esta pieza desde sus inicios. El filme, un embriagante y desgarrador retrato de la figura de Elvis interpretado de forma magistral por Butler mantuvo hipnotizados a los asistentes de lujo durante las 2 horas y 39 minutos que dura el relato. Para desgranar a Elvis, Luhrmann se centra en la mirada siniestra de su polémico manager, el Colonel Tom Parker, a quién da vida Tom Hanks.
La cinta del director australiano tiene el poder de sumergirte de tal forma que cuando Butler interpreta las canciones de Presley en el escenario hace sentir al espectador como si estuviera presente en uno de los conciertos de la legendaria estrella. La fuerza visual y sonora es tan potente que en la sala los aplausos estallaron cada vez que las canciones terminaban. Un filme eléctrico, hecho con minuciosidad y que mira con profundo amor y ternura a un hombre que se vio preso de su propio talento y al que su manager mantuvo en una jaula de oro. Es precisamente en los cinco años de contrato en Las Vegas en el que Luhrmann se ensaña y enfoca gran parte de la trama para transmitir el declive emocional del rey del rock. Desgarrador, exuberante y apasionado, tal y como lo era el propio Elvis es esta carta de amor que cimbró las paredes de la sala cinematográfica más emblemática del mundo. Al llegar los créditos finales la ovación fue una catarsis a la que se sumó todo el auditorio. Las estrellas se convirtieron en fans y pudimos ver a los reyes de los escenarios actuales aplaudiendo con emoción hasta el último momento este bello tributo a una de las más grandes figuras de la música y de la historia, el gran Elvis.
Con las palabras entrecortadas, Luhrmann tomó el micrófono y dijo, “la otra noche tuve una epifanía porque 30 años atrás mi mujer y yo hicimos un filme muy pequeñito que sólo pudimos mostrarle a un exhibidor y cuando terminó de verlo me dijo es el peor filme que he visto en mi vida y va a arruinar tu carrera. Estaba desesperado en mi tráiler llevándome las manos a la cabeza pensando que este filme nunca iba a funcionar cuando recibí la llamada de un francés que me dijo, ‘hola, soy Thierry Frémaux y te queremos ofrecer pasar tu película en el pase de las 12 del día en el Festival de Cannes”. Después de esa proyección, un pequeño grupo de personas se acercó y entre ellas estaba Thierry, que me abrazó y me dijo, ‘monsieur a partir de este momento tu vida no será la misma’. Y así fue. Después, mientras hacíamos este filme, realmente pensé que vendríamos a Cannes con él pero llegó el Covid y la película se paró y no iba a pasar nunca más pero fue gracias a la valentía de Tom (Hanks) de volver y de todo este reparto y este equipo que supo aguantar todo y finalizar este filme que hoy estamos aquí. Así que regresar a Cannes y ver las calles llenas y que las personas aman a las películas, es mucho. Lo que este lugar significa y lo que significa estar en el cine… Por ello es que te estoy eternamente agradecido Cannes. Todo lo que puedo decir es gracias, gracias”, finalizó entre aplausos.