CANNES.- El cine mexicano en Cannes genera verdaderas olas. Y no es de extrañar, pues las dos películas que este año compiten en la sección «Una cierta mirada», la competencia más importante a la sección oficial, se han llevado sendas ovaciones y emocionaron al público.
Media hora antes de que comenzara «Noche de fuego», la sala Debussy estaba abarrotada a la espera del estreno de la cinta dirigida por Tatiana Huezo y producida por Nicolás Celis, también productor de «ROMA».
El filme presenta a Ana, una niña que vive en la montaña en una comunidad que se dedica al cultivo de la amapola y cuyos residentes están atrapados entre el fuego cruzado del narco y los militares. Es un canto a la bondad, a la fraternidad, a las personas que buscan hacer un cambio dentro del caos. Una mirada nunca antes vista de un tema tan presente como lo es la violencia en México, explicó su productor.
«Algo que hemos hecho con el trabajo de Tatiana es destacar la historia de tres amigas que van creciendo con el temor de que algún día las circunstancias en las que viven las separen. Pero también sueñan, piensan cómo será su primer beso. Por lo general, en las películas la violencia siempre se ve desde un punto de vista masculino y en esta cinta se tiene otra mirada, la de las mujeres. Y las películas de Tatiana son muy humanas porque nunca ves a los personajes como víctimas».
Después de la proyección y cuando los aplausos estallaron durante 10 largos minutos, Tatiana comentó: «Me siento muy feliz, satisfecha. Espero que esta película pueda llegar muy pronto a México y poder compartirla con nuestra tierra madre», explicó la directora, quien dijo sentirse libre para moverse de un territorio a otro entre el documental y esta, su primera ficción.
«Espero que esta ventana ayude a que la película llegue a muchas personas y a muchas partes del mundo. Creo que la única forma en la que podemos contribuir a que la situación en México cambie es así, provocando el espíritu, empezando por cómo educamos a nuestros hijos e hijas», dijo Huezo, quien trabajó en este proyecto durante tres años.
«Es una película muy potente, devastadora y emocionante. Me voy con el corazón lleno. He trabajado con Tatiana desde hace 10 años y sé que sus películas se quedan adentro, tienen muchas capas y creo que el público conectó muy bien», agregó Celis.