Venecia.— Michel Franco es ya un cotidiano de las alfombras rojas venecianas. Tan sólo el año pasado aquí recibió el León de Plata conocido también como el Gran Premio del Jurado, por su cinta Nuevo orden.
Pero esta vez vuelve con un filme más intimista, producto de una crisis personal y en el que la bahía de Guerrero es el marco perfecto para el escape no planeado de Neil, el personaje que interpreta con maestría y sutileza Tim Roth, actor fetiche de Michel Franco para el que el cineasta escribió expresamente este filme tras, según él mismo contó, las peticiones del histrión por volver a trabajar con él y hacerlo, además, en México.
Acostumbrados a que Franco nos golpee con sus películas, Sundown es una pieza que provoca más reflexión que el shock. Las preguntas existenciales que el director se hizo durante la escritura del guión —una historia que creó en dos semanas— pueden sentirse en el producto final y en el viaje de su protagonista.
Para Franco, “esta película no trata de la desigualdad social sino que me gustaba la idea del extranjero, de lo que implica ser una persona ajena al lugar, que no habla el lenguaje, que está atravesando un momento muy particular en su vida y que de pronto se ve inmerso en ese universo lejano y se mezcla con las multitudes desde el silencio”, explicó en la rueda de prensa oficial.
En este filme explora el derecho a la desaparición, a que una persona decida cortar amarras por la razón que sea.
“Ese derecho es central en la cinta. La única decisión que toma el personaje es quedarse en Acapulco, separarse de todos y nadie lo respeta. Todos los problemas vienen porque Neil decide hacer algo y la gente a su alrededor no lo acepta. Eso trae muchas implicaciones y hace que nos preguntemos: ‘¿quién es realmente libre?’ Creo que de eso es de lo que habla esta cinta, de cómo nadie realmente lo es”.
Al director le gusta contar con la colaboración de sus actores para la construcción de las historias. En este caso en particular, Gainsbourg, la actriz anglo-francesa que coprotagoniza la cinta, al igual que Iazua Larios.
Gainsbourg, dijo Franco, aportó muchos matices a su papel.
“A Charlotte la dejé hacer con su personaje todo lo que ella quiso y lo que ella me contó que imaginó para el papel. Muchas de sus reacciones son construidas cien por cien por ella y creo que son fantásticas”.
Algo interesante del filme es que sólo hay una actriz profesional mexicana, Iazua Larios, pero todos los demás personajes locales son habitantes de Acapulco.
“Parte de mi trabajo era estar mucho con la gente de la playa en la que filmamos y que no eran actores. Me encantó esa experiencia porque me sacó de mi zona de confort y escuchar las historias de estas personas me hicieron entender realidades muy diferentes a la mía”, explicó la actriz que interpreta a la mujer que acompaña a Neil en la parte más sensible y profunda del filme y que se vuelve su guía en un territorio hipnótico, peligroso y a la vez cautivador.