El director coreano de «Parasite» mostró en Cannes el sentido del humor que lo caracteriza
El director coreano que ganó la Palma de Oro en Cannes y el Oscar con su cinta «Parasite» volvió a Cannes después de su triunfo en 2019 para abrir junto a Pedro Almodóvar y Spike Lee la 74 edición de este festival.
Su presencia fue más que simbólica pues el triunfo de Boong Joon-ho representó el cómo una cinta que gana festivales con una crítica férrea como Cannes también puede conquistar a las audiencias y llegar a la cúspide de Hollywood. Tras un año de silencio en Cannes, el que a Bong se le haya invitado este año para hablar de cine es otra forma de decir, “estamos de vuelta”.
Tras recibir una alegre ovación de los asistentes a la Sala Bazin, Bong recordó cómo el primer filme que vio con su madre en un teatro cuando era un niño fue The Sound of Music, “no soy gran fan de los musicales pero cuando entramos al teatro era plena luz del día y al terminar la película ya se había hecho de noche. Fue un shock para mí. Ahora no es algo que me sorprenda pero en ese momento me conmovió mucho”, contó el director que quiso estudiar cine al llegar a la Universidad pero no lo aceptaron porque cuando era niño los médicos le detectaron un problema para distinguir el verde del rojo y lo declararon ciego en colores. Años después se dieron cuenta de que no tenía ningún impedimento para dedicarse a las artes visuales, pero para ese entonces Bong ya había estudiado Sociología, de lo cual bromeó diciendo que ya no sabe nada pero lo cierto es que en todas sus cintas se puede ver una disección de la realidad social que llega al culmen con su multi premiada «Parasite». Un filme en el que entre otras cosas se muestra a mujeres muy autoritarias, “pero que nada tienen que ver con las mujeres de mi familia. Mi papá tenía mucho sentido del humor y mi mamá no estuvo muy contenta al ver a la madre que puse en Parasite. Desde que vio el filme ha habido cierto tabú entre los dos y nunca hablamos del tema. Debe haber sido un shock para ella y prefiere no preguntar”, dijo riendo y añadió, “En Corea vivíamos en un departamento en una torre muy alta y lo único que un día me dijo fue, ‘estoy muy contenta de que no tenemos sótano’”, provocando carcajadas.
A Bong no lo obsesiona el éxito ni lo atormenta qué vendrá después de «Parasite». Lo que lo mantiene despierto por las noches es pensar en un asesino serial desconocido del que hizo un filme en 2002, Memories of Murder, y que se logró estrenar el mismo año en el que el asesino real fue descubierto y apresado. Desde entonces, se ha convertido en su obsesión, “tengo una lista de preguntas en mi cabeza que quisiera hacerle. Cuando escuché en las noticias que había sido arrestado no podía dejar de pensar en eso y me sentí muy extraño durante muchos días. Este hombre está ahora en la cárcel en Corea y pienso mucho en si debería ir a verlo pero creo que no es buena idea… Hay rumores que dicen que el asesino ha visto tres veces el filme en prisión, pero luego hay quién me dice que eso es imposible. Cuando lo arrestaron, la película ya estaba en el cine así que quizá lo vio en el teatro. Ese tema me persigue”, confesó.
Bong Joon también sabe las puertas que pueden abrir las plataformas digitales porque cuando hizo Ojka sólo Netflix se atrevió a comprar la cinta, “Claro que tenemos muchas plataformas como Netflix que son muy útiles, pero también las salas son importantes porque te aportan otras cosas como una pantalla enorme, la experiencia en común con otros espectadores y algo muy importante: el ritmo y el tiempo que el director ha querido provocar al momento de ver la película. Después de que se estrenara The Irishman me encontré con Scorsese en Los Ángeles y él me contó cómo estaba traumado porque fue a una revisión médica y cuando le preguntó a su doctor si había visto su película, él le respondió que sí, que había visto quince minutos cada día”, bromeó.
Para el cineasta coreano no hay límites creativos y ahora está volcado en ayudar a que una serie basada en «Parasite» y que está produciendo HBO Max vea la luz pronto, “Parasite es un filme de familias ricas y pobres que es un problema que está presente en Japón, Francia, América y en todo el mundo así es que ahora Adam McKay está trabajando en el guión y lo estoy ayudando como productor. La serie estará situada en Estados Unidos “, explicó.