La nueva serie de Ryan Murphy para Netflix refleja los juegos sucios del poder en EU
Nueva York.— Con un glamoroso vestido de seda verde de Donna Karan llegó al Hotel Crosby Street del SoHo neoyorquino Jessica Lange, que protagoniza junto a Ben Platt (Payton Hobart), Lucy Boynton (Astrid) y Gwyneth Paltrow (Georgina Hobart) la nueva serie de Ryan Murphy para Netflix, The Politician.
Una comedia ácida y oscura con estética pop que sigue los pasos de Payton cuya mayor ambición es ser presidente de Estados Unidos.
Una historia que, según la propia Lange contó: “Es un microcosmos de lo que ocurre hoy en mi país, con la política de género, todos esos juegos sucios de poder y la ambición desmedida, entre muchas otras cosas que se pueden ver en ella”, dijo la actriz que en esta serie se pone en la piel de Dusty Jackson y que se ha convertido en musa de Murphy.
Una musa, eso sí, con condiciones pues también aclaró que tiene un lema y es “que nunca hago segundas temporadas con el mismo papel. Eso Ryan lo sabe y por ello es que en caso de haber otra temporada de The Politician yo no estaría en ella”.
El personaje de Lange ha despertado gran interés, pues es una villana en la máxima extensión de la palabra “es aterradora, un monstruo. Sin embargo es una comedia y eso lo suaviza todo. Es una mujer ignorante y las cosas que le importan y motivan en su vida son muy irrelevantes: cenas gratis, viajes a parques de atracciones… Es un personaje despreciable si piensas en lo que es capaz de hacer por nada. Sin embargo, para crearla tuve que indagar en algo más profundo para intentar explicar cómo llegó a este punto”, contó la actriz.
La maquiavélica historia que la serie cuenta de esta abuela y su nieta es algo que ha ocurrido en la realidad, sin embargo, según aseguró Jessica ella decidió no saber nada del caso.
En la rueda de prensa no faltó la referencia hacia cómo Jessica Lange debido al carisma de personajes recientes en series como Feud se ha convertido en un icono gay.
The Politician se estrena hoy en Netflix.