El próximo Festival galo podría situar a Europa como la plataforma de Hollywood para hablar contra las políticas del gobierno estadounidense si las estrellas americanas pierden el miedo.
El Festival de Cannes siempre genera expectación por la cantidad de vacas sagradas de la industria cinematográfica que pone bajo los reflectores. Este año se añade al cóctel el efecto Trump. En las alfombras rojas de la Riviera francesa no sólo se espera el protagonismo del glamour y las historias sino también de los discursos que podrían comenzar a perfilar a Europa como el lugar desde el cual lanzar los mensajes de la resistencia cultural e ideológica contra la política aislacionista del nuevo gobierno americano. Cientos de estrellas y cineastas estadounidenses llegarán a esta 78ª edición del Certamen galo con una situación delicada en su sector.

Ya lo expresó enVariety el ejecutivo de un gran estudio hollywoodense que prefirió permanecer en el anonimato pero que aseguró que Hollywood teme “ser tratado como Teslas”. Por ello la esperanza es que voces como las de Robert De Niro, quien recibirá una Palma de Oro honorífica, no deje de lado en sus discursos lo que está viviendo su país.
De Niro es un activista que no sólo ha forjado su carrera en la actuación sino también como productor e impulsor del rescate de Manhattan cuando los atentados terroristas del 11 de septiembre dejaron a la ciudad desolada. Su creación del Festival de Cine de TriBeCa al lado de su amiga, la productora Jane Rosenthal, tuvo como objetivo revivir el downtown de la Gran Manzana.

También se espera una visita relámpago de Tom Cruise, que con su primera aparición en Cannes en el 2022 para presentar Top Gun: Maverick provocó que se desplegaran ocho aviones de la Patrulla área francesa en su honor. Este año Cruise, en pleno tour mundial de su nueva Missión: Imposible – The Final Reckoning llegará a la Riviera francesa con una preocupación mayor que la de llenar las salas de cine.
Y es que los aranceles del 100% que le ha puesto su Presidente a todas las producciones que no sean estadounidenses le afecta hasta a los más poderosos de la industria como él, pues mucho del dinero de la taquilla de sus películas viene de Asia.
Por ejemplo, Misión imposible: Fallout hizo 181 millones de dólares en China, 49 M$ en Corea del Sur y 42 M$ en Japón. En EEUU hizo 220 M$ para dimensionar el gran porcentaje que la exposición internacional representa y que, en caso de haber una reciprocidad de estos países en contra del cine americano en reacción a los aranceles, filmes como el de Cruise -y muchos más- no estarán exentos de sufrir consecuencias.

Cannes este año también verá llegar al elenco de lujo característico de los filmes del texano Wes Anderson con Tom Hanks, Benicio Del Toro y Mia Threapleton -hija de Kate Winslet- a la cabeza de La trama fenicia. En ella participa Scarlett Johansson que estará por partida doble en la programación con su ópera prima, Eleanor The Great. Estos son algunos personajes con altavoz mundial que podrían viralizar desde Francia mensajes que demuestren que Hollywood sigue vivo pese a la tímida respuesta que hasta ahora ha tenido contra los embates de Trump.

