El actor y director comentó le pidió al mexicano a dirigir la cinta, pero no coincidieron en los tiempos
Dirigir y actuar en «Flag Day», la cinta con la que Sean Penn concursa en la 74ª edición del Festival de Cannes no era la idea original de la estrella, pues en un primer momento él se rehusaba a hacer el doblete e invitó a Alejandro González Iñárritu a hacer la cinta.
EL UNIVERSAL preguntó a Penn en la rueda de prensa oficial de la película el por qué esta colaboración no había continuado y si esperaba volver a trabajar con el director mexicano en un futuro a lo que la estrella respondió:
«Cuando el proyecto llegó a mí la oferta fue: ‘¿qué quieres hacer Penn, quieres dirigir, quieres actuar, quieres hacer ambas cosas?’ y yo la verdad es que no sabía si quería estar a ambos lados de la cámara así es que hablamos de diferentes posibilidades y pensé en Alejandro como el mejor cineasta que tenemos en el mundo así que por supuesto que mi primera respuesta a todos preguntas es que si hay algún director con el que quiero volver a trabajar en el planeta es con Alejandro, el top de todos.
Pero en el caso de este proyecto en particular, en ese tiempo era incierto si lo dirigiría yo o no. Él también le echó un vistazo, pero después me parece que estuvo invirtiendo en la cinta de Bergman Island así que las cosas simplemente no se dieron en esta ocasión”, explicó.
«Flag Day» está basada en la novela de Jennifer Vogel, una historia muy personal de la escritora en la que cuenta su vida al lado de un padre criminal. Acerca de lo que pensó cuando le ofrecieron que Sean llevara su obra a la pantalla grande, la escritora consideró que estaba en buenas manos.
«Cuando la historia es tan personal como ésta quieres asegurarte de que está en buenas manos, te preocupa cómo serán representadas las cosas, si el director se preocupara por tus personajes y por tu familia. Me interesaba mucho saber cuál sería el arco de los personajes y lo cierto es que Sean Penn fue irresistible, sabía que haría las cosas bien y me siento muy contenta con el resultado”, comentó.
“Al principio estaba muy insegura de hacerlo. Ya antes tuve que decir que no como diez veces a otros proyectos, por eso es que hasta ahora, a mis treinta años, me atreví a decir que sí. Trabajar con mi papá fue increíble… Claro que tuvimos nuestros altibajos, al final no era fácil que fuera mi jefe en el set, pero también mi padre y ambos tenemos mucho carácter así que no faltaron las discusiones, pero creo que al todo salió muy bien”, dijo entre risas la actriz mirando a Sean con complicidad y aseguró que creció con unos padres muy presentes e inspiradores con los que se ha podido relacionar tumbando el mito de los padres ausentes que imperan en Hollywood.