El mundo audiovisual nos tiene enganchados. Es por eso que la prensa escrita, como la que estás leyendo, ha buscado más formas de seguir captando tu atención y creado nuevas estrategias para hacerte llegar las noticias y básicamente, las historias. Porque de lo que no cabe duda es que necesitamos de ellas. En un estudio que publicó David Robinson en la serie de libros de la BBC, Stories that Shapes the World, el escritor, tras entrevistar a investigadores y expertos, llegó a conclusiones muy llamativas del por qué somos adictos a que nos cuenten cosas: “ya no nos reunimos en torno a una hoguera para escuchar relatos, pero el adulto promedio todavía pasa cada día, al menos, el 6% de sus horas operativas inmerso en narrativas fantásticas en alguna de sus pantallas. Desde el punto de vista evolutivo, esto es un modo terrible de dedicar nuestro tiempo y energía a escapar, pero los psicólogos y teóricos literarios han identificado múltiples beneficios con esta dependencia a la ilusión. Una idea común es que el arte de narrar es una especie de juego cognitivo que perfecciona nuestras mentes, permitiéndonos imitar el mundo que nos rodea e imaginando diferentes tácticas, particularmente en situaciones sociales…”, apunta Robinson y para sustentarlo, explica que se han llevado a cabo escáneres cerebrales que prueban cómo leer, escuchar o ver relatos activa varias áreas de nuestro córtex. En resumen, cuánto más expuestos estemos a la simulación, más fácil nos será empatizar y relacionarnos con las personas. Así, hace sentido el furor que estamos viviendo por ser entretenidos con hazañas virtuales. Desde que empezó la pandemia se temía que las producciones cinematográficas se mermaran, pero ocurrió lo contrario. Hay más contenidos que nunca y también, más plataformas para verlos. Y es interesante analizar por qué, empresas de medios masivos editoriales han comenzado a generar sus propias fábulas y acercarlas al cine. The New York Times, por ejemplo, se hizo con su primer Oscar este 2022 en la categoría de cortometraje documental por la pieza The Queen of Basketball, basada en la historia de Lusia “Lucy” Harris Stewart, pionera del baloncesto femenino y la primera y única mujer en ser reclutada por la NBA. Cabe decir que no es la opera prima de la compañía, pues con su sección Op-Docs que lanzó en el 2011 ya había realizado otras piezas con las que recibió cuatro nominaciones a la Academia y esta estatuilla era cuestión de tiempo. Otra editorial que ahora se lanza a la aventura de producir ficción es Grupo Expansión que da un paso más en la manera de contar y con su rama Expansion Filmed Entertainment estrenará dos thrillers: Sin ti no puedo y La octava cláusula de la mano de Cinépolis y Prime Video. Mucho se ha hablado del fin de los medios tradicionales, pero lo cierto es que no dejaremos de expresar historias ni de necesitarlas. Sólo sumaremos opciones porque como bien dice la famosa Ley de Lavoisier: “nada se pierde, todo se transforma”. Y en eso estamos