La cinefotógrafa mexicana, premiada en Cannes, lucha para dar visibilidad a mujeres que como ella, trabajan detrás de cámaras
Cannes.- Para Pamela Albarrán, ganadora del Angénieux Special Encouragement de este año, con el que el festival galo premia a un cinematógrafo con una carrera sólida, luchar por darle visibilidad a las mujeres que están detrás de la cámara sigue siendo algo muy importante.
“Creo que en los últimos cinco años (el cine) ha cambiado muchísimo. Después del movimiento #Metoo ha sido como una ola que se ha expandido a todos los rincones del mundo y que ha tocado al periodismo, el deporte, etcétera, que ha sido determinante para darse cuenta que en el caso del cine. Por ejemplo, las películas están hechas en un 80% por hombres y sólo un 20% por mujeres en todas sus áreas: dirección, escritura, sonido, etc. En todos los puestos técnicos hay muy pocas mujeres y sin embargo hay muchas que quieren hacerlo”.
Pamela, quien fue premiada al lado de la prestigiosa Agnès Godard, estudió cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica y después complementó sus estudios en Francia en el ENS Louis Lumière y ha estado trabajando como directora de fotografía durante 10 años, reconoce, este premio le llegó por sorpresa.
“No es una convocatoria en la que concurses y mandes tus proyectos o en el que te inscribas, sino que ellos son los que hacen la búsqueda, investigan y deciden a quién premiar con lo cual me siento súper honrada y agradecida”, contó a EL UNIVERSAL desde una terraza ubicada en el Boulevard de la Croisette.
La cinefotógrafa ha trabajado en en el cortometraje Contrafábula de una niña disecada (2012) de Alejandro Iglesias y el largometraje Ayúdame a pasar la noche, de José Ramón Chávez y acaba de terminar la corrección de color de una nueva película.
“También estoy preproduciendo con una directora franco marroquí un cortometraje sobre una familia que va a arreglar una herencia. Es un road trip de Bélgica a Marruecos, pero ahora con el Covid se ha complicado un poco y estamos buscando nuevas carreteras y casetas que puedan parecerse a las que están en las fronteras”, contó.
En su lucha por abrir camino para otras compañeras de la industria, Albarrán señaló la existencia de una plataforma que apoyan el trabajo de sus compañeras tras la cámara.
“Se llama Femmes à la Caméra, que es un colectivo de mujeres detrás de la cámara de la que formo parte y en donde estamos más de 90 mujeres que queremos trabajar. Hay fotógrafas, asistentes de cámara, eléctricas, tramoyistas… mujeres que trabajan detrás de la cámara y que es una base de datos, una vitrina, para que la gente de la industria encuentre a los perfiles de fotógrafas o de cualquier otra técnica y sepan que ahí estamos y que es cuestión de voluntad hacer los equipos mixtos”, destacó.
A Pamela le encantaría trabajar para directores como Greta Gerwig (Mujercitas 2019), Jacques Audiard (Un profeta) o Yorgos Lanthimos (La favorita).
“Y con Jonathan Demme (The silence of the lambs), que tristemente ya no está”, contó Albarrán, para quién la iniciativa de Angénieux de apoyar a las nuevas generaciones de mujeres cinefotógrafas es muy importante.
“Lo que hacen es esencial para lograr la paridad en una industria que está ávida de igualdad”.
Frase
“Creo que en los últimos cinco años (el cine) ha cambiado muchísimo. Después del #Metoo ha sido como una ola que se ha expandido”. Pamela Albarrán. Cinefotógrafa
